La banda de Íñigo Bregel presentó anoche su trabajo más reciente, IV, en el último concierto del año del ciclo SON Estrella Galicia

Nada se parece a lo que era últimamente. Quizás por eso cualquier evocación a lo de antes nos sabe a todo y a poco. El directo de Los Estanques anoche en el madrileño Teatro Lara fue tal y como debía de ser y se pareció demasiado a lo que nos hubiera gustado que fuera.

La formación cántabra, que después de unos años residiendo en Madrid ya se siente por aquí como en casa, presentaba el 10 de diciembre de 2020 su cuarto álbum, IV, la regrabación de aquellos temas que se perdieron en febrero del año pasado durante un robo fugaz sin resolver. Hasta la Corredera Baja de San Pablo llegaron poco antes de las 22:00h. los asistentes al concierto, para ir luego ocupando sus butacas entre las medidas de seguridad con el sello #safestage de SON Estrella Galicia.

No costó romper el hielo frente a un público enfundado en sus mascarillas y sin la libertad de movimientos acostumbrada, pero que esperaba con ganas los ya famosos directos que firman habitualmente Los Estanques. Desde el escenario, Íñigo Bregel (voz y teclados), Germán Herrero (guitarras y coros), Andrea Conti (batería) y Dani Pozo (bajo) se enfrentaron al elefante pandémico con un concierto corto pero bien cargado de munición. La suficiente para calmar las ansias de rock que clamaba desde los asientos del Lara.

Hablaron poco, tocaron más. Anoche nos mostraron por qué fue necesario resucitar este cuarto trabajo, nos presentaron a algunos de los personajes que viven en IV (Inbophonic, 2020), en temas intencionados como ‘Juan el Largo’ y ‘Mr. Clack’; otros más ligeros, como la deliciosa ‘Flor de limón’, o con el tono surrealista de ‘Soy español, pero tengo un Kebab’, que cerró el concierto justo después de un sorteo de bocadillos entre el público.

Sonaron además clásicos de discos anteriores, canciones que Los Estanques despachan con su virtuosismo de músicos por encima de la que caiga fuera: ‘Todo lo que tú dejaste atrás’ (II, 2017), ¡Joder! o ‘Clamando al error’ (Los Estanques, 2019) nos reconciliaron anoche con un mundo nuevo en el que la música es más necesaria que nunca. Bregel se lamentaba casi en un susurro antes de despedirse del escenario del Teatro Lara: “Vaya, tenía unos regalos preparados para vosotros pero, claro, no os los puedo dar…”. Otra vez será, el regalo de anoche fue más que suficiente.