Por Raquel Ríos

El hombre de la mata de pelo que se confunde con la frondosa barba está de gira de presentación de su segundo disco. “Antigua y Barbuda” es el nombre de la criatura que Ángel Stanich está enseñando al mundo en los últimos suspiros de este 2017.

Después de haber pasado por Pamplona, Alicante, Valencia y Murcia, entre otras plazas, este fin de semana ha jugado en el Playa Club de A Coruña. Un sitio que conoce a la perfección: “¿Qué os parece la nueva distribución del Playa?”, preguntaba en una de sus primeras intervenciones dejando claro que esta no era su primera vez en el local coruñés.

“Escupe fuego” fue uno de los primeros petardazos que salieron de los instrumentos y las voces de la Ángel Stanich Band consiguiendo la complicidad del público sin siquiera mediar palabra con él. El corte que sí tuvo presentación, aprovechando que Riazor y la Torre de Hércules marcaban la geolocalización al fondo de manera tanto literal como simbólica, fue “Galicia Calidade”, un préstamo de un repetidísimo claim publicitario por estas latitudes que, en forma de canción firmada por el autodenominado lisérgico cantautor, suena sin duda, mucho más pegadiza y contundente.

Ese fue uno de los puntos álgidos de una noche en la que también sonaron temas nuevos como “Más se perdió en Cuba” o “Cosecha”. Hubo incluso un momento muiñeira a la batería que escucharon auténtico y “enxebre” incluso los oídos más expertos. En estas estábamos cuando parecía que a Ángel Stanich, y a toda su banda, le faltaban poros por los que sudar el “Antigua y Barbuda”. Y entonces llegó la hora de abandonar las tablas para dejar a decenas de personas pidiendo otra canción. Unos minutos que se hicieron largos para el abarrotado Playa Club que estuvo entregado y comprometido durante más de hora y media. Incluso cuando el protagonista de la noche reclamó un poco de silencio entre risas, grito a lo Antonio Tejero en el Congreso de los Diputados desde las primeras filas incluido, para poder tocar sin distracciones.

En el bis, Ángel Stanich se hizo de rogar, algo lógico teniendo en cuenta que se estaba preparando para salir con tres de los temas que más contribuyeron a alimentar la afonía de los fieles más incondicionales: “Carbura!”, “Metralleta Joe” y “Mátame camión”, dos hits consolidados los primeros y otro que está claramente en camino de serlo a juzgar por lo mucho que lo pidieron los seguidores de Stanich.

El hombre de la voz protagonista, la mirada tímida y el aire enigmático no bajó la guardia en ningún momento. Incluso un pequeño despiste en la letra le quedó bien. Ángel Stanich consiguió que Galicia sonase a calidade y su ciclón de energía parece que se ha quedado en el aire aprovechando que las alertas por lluvia este invierno están dado demasiada tregua al cielo del norte.

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